Bilbao Basket homenajeará a La Casilla

Bilbao Basket
Homenaje a La Casilla

El Bilbao Basket honrará al pabellón con un partido frente al Khimki ruso de Scariolo
Cuando apenas se han apagado los ecos de la despedida de Javi Salgado, uno de los iconos del Bilbao Basket, el club vizcaíno prepara un homenaje a otro de los estandartes de la historia de la entidad. Los hombres de negro regresarán al pabellón de La Casilla para devolverle por un día el protagonismo que se le arrebató con el cambio de sede. Será a mediados de septiembre cuando las instalaciones volverán a lucir sus mejores galas para acoger un partido amistoso entre los pupilos de Fotis Katsikaris y el Khimki ruso de Sergio Scariolo. Será el homenaje del club al recinto que ha sido testigo de la historia del club a lo largo de sus diferentes etapas.

Porque en la mítica 'bombonera' los aficionados han vivido de todo. Alegrías y desilusiones. Las 5.286 localidades del pabellón seguro que volverán a llenarse para vivir como antaño los partidos. Porque si algo caracterizó a esta cancha era la cercanía de los seguidores a la pista con la consiguiente presión que ejercían sobre los rivales. De hecho, cuando dentro de la política de crecimiento de la entidad se cambió al Bizkaia Arena de Barakaldo, muchos de los seguidores echaron de menos esta circunstancia.

Será un partido para la nostalgia. Para recuperar el encanto de una cancha singular de las que ya no quedan. En plena pretemporada. Al regreso del equipo bilbaíno de su concentración en Andorra, donde volverá por tercer año consecutivo. Allí permanecerá hasta el día 12 de septiembre. Por tanto, puede ser la primera ocasión de ver en directo las evoluciones del 'nuevo' Bilbao Basket del técnico griego por parte de los aficionados vizcaínos.

Uno de los grandes

Y será ante uno de los equipos grandes del continente que se está reforzando de forma concienzuda de cara a la próxima temporada. El Khimki de Sergio Scariolo llegará plagado de grandes jugadores. El último de sus fichajes ha sido Thomas Kelati, uno de los más cotizados del mercado europeo, que llegó a un acuerdo por dos temporadas. Antes ya tenía atados a fichajes de la altura de Planinic, Eze, Monya y Savrasenko.

La Casilla se merecía este homenaje. Los más fieles aficionados de los actuales hombres de negro, que también fueron de los de rojo. Incluso los que siguieron a aquellos que vistieron de azul y amarillo. Porque, aunque los proyectos fueron diferentes, tuvieron un denominador común. Una cancha con la que se identificó al equipo de Bilbao. Un pabellón al que el imparable ritmo del baloncesto pasó factura, pero que siempre estará ligado a este deporte.