Entrevista:Javier Clemente

Ayer mismo tenía encuentro oficial contra Senegal. En la víspera del viaje, le robamos unas horas para charlar sin prisa y, por supuesto, sin cuestionario previo. Él nunca lo pide.

Con el pie en la escalerilla del avión...

Sí, así vivo de un tiempo a esta parte. Allí, a Camerún, voy, como ahora, cuando tenemos partido, cuando hay alguna reunión de trabajo o para ver a los que juegan en las competiciones del país.

Hace diez años, seguro que no entraba en sus planes entrenar a Camerún.

Ni hace diez, ni hace cinco... Y tampoco a Serbia, donde también he estado, pero mira. Las cosas llegan así...

¿Qué le mueve a aceptar una oferta así, a tantos kilómetros de casa y en un fútbol tan diferente?

Sobre todo, que es trabajo. A priori, diría que no a muchas cosas, pero cuando me las ofrecen, digo que sí. Soy facilón porque me gusta mucho el trabajo. Luego, está la curiosidad y el hecho de que el fútbol africano tiene un potencial tremendo. Eso me atrajo. Desde luego, lo más extraño y lo más complicado que he hecho en mi vida es entrenar a Camerún. Es otro mundo, otra cultura, otros hábitos. No tiene nada que ver ni con mi mentalidad ni con la forma de trabajar para un europeo. Eso es un aliciente.

¿Se adapta?

La vida de allí no tiene nada que ver con la de aquí. Yo soy de los que he vivido en muchos sitios y me amoldo a donde vivo. Tengo un cambio de vida muy fácil. El refrán dice "allá donde vayas, haz lo que veas". He vivido en Murcia, Tenerife,Valladolid... en un montón de sitios, en zonas de costumbres totalmente diferentes a las nuestras, y me he amoldado siempre bien. Eliges lo que a ti te gusta de ellos. En este caso, además, ya te digo que no estoy permanentemente allí.

¿Lo han acogido bien?

Si te refieres a la prensa, de momento no hay ningún problema. Lo que pasa es que no estoy pendiente de quiénes son los periodistas importantes. Atiendo a todos igual. No tengo un seguimiento del día a día de la prensa y me preocupa mucho menos. Pero la prensa yo creo que es exactamente igual en todo el mundo.

¿Igual? Creo que sé dónde vamos a ir a parar...

No, vamos a ver... Yo me he creado una fama de antiprensa y no es así. Yo tengo muchos amigos periodistas. Me gusta la prensa, me encanta el periodismo, pero el veraz. Lo que no acepto son ni las amenazas ni las imposiciones de un tonto que ha estudiado tres años periodismo y dice que es el que más sabe del mundo.

Ante eso, Clemente no se calla.

Pues no, y a partir de ahí, empieza mi enfrentamiento con la prensa. Si yo me encuentro con un periodista que día tras día me está insultando, puedo hacer dos cosas: callarme y otorgar o enfrentarme a él. Yo soy partidario de enfrentarme. ¿Cómo lo hago, sin tener una emisora o un periódico? Pues cuando le veo, me enfrento, y le digo que miente, y le digo que insulta, que es un maleducado...

¿Y se puede vivir en el enfrentamiento permanente?

Tampoco te creas que me ha preocupado tanto. A mí la prensa no me fatiga. Pero no eludo nunca una contestación. Contesto todas las preguntas que me hagan. Pero con la misma virulencia que me preguntan, yo contesto.

Eso ha sido así casi desde los primeros tiempos de su carrera como entrenador.

Pues sí. El primer caso gordo fue con El Correo y con Paco Crespo. Este era un golfo que se alía con un jugador, que también era medio golfo y que, en vez de querer que el protagonista sea su fútbol, pretende que lo sea su poder por el medio informativo. Y en el Athletic había una disciplina para todo el mundo igual, para el bueno y para el malo. De repente, hay uno que dijo que era diferente a los demás. Yo no podía dejarle que tuviera unas prebendas que no tenían los demás. Él, para tener esas prebendas, se alió con un periodista, y como ese periodista era alguien al que no le gustaba la estabilidad, nos buscó ese grano para crear un maremoto y cargarse el ambiente deportivo fenomenal que había. Yo no puedo callarme ante algo así.

Pero no callarse tiene un precio.

A mí no me contratan porque prefieren no meterse en problemas. En España me contratan mucho últimamente cuando el equipo está desahuciado. Y en el Athletic pasa lo mismo. Prefieren gente pacífica, que no diga nada, que no se enfrente. Si El Correo se enterase de que yo voy a formar parte del Athletic, empezaría a matar. Donde yo me muevo, El Correo está en contra. Mira, yo tenía buena relación con Bergareche, uno de los dueños de ese grupo de prensa. Cuando fui a la Real, le pedí que tuvieran un poco de cuidado. Al día siguiente, Diario Vasco tituló "El socio número 8.000 de Athletic entrenará a la Real". A él no le interesa la relación, la amistad. Le interesa la pasta, que su producto venda, que gane mucho dinero y lo demás le da igual. Ante esa forma de actuar, yo, a lo mío...

...Que es decir lo que piensa, ¿no?

Mira, en Euskadi hay mucha gente que no habla ni se moja en nada porque así no se equivoca nunca. Si yo no me hubiera metido en polémicas, posiblemente no habríamos sido campeones. Es que hay que meterse. La clave está en que de diez veces, ocho te vayan a ti bien y dos, si te has equivocado, te has equivocado. No pasa nada, has ganado ocho a dos.

Pero, ¿hay que hablar de todo? ¿Un deportista debe hablar de algo que no sea deporte?

A muchos jugadores les hacen preguntas políticas y dicen que de eso no hablan. Es algo que me ha parecido siempre raro. Pero si el chaval dice que es nacionalista vasco, por ejemplo, para unos, bien y para otros, mal. Y claro, le silban en los campos, tiene presión... Nunca se definen en eso porque no quieren que los que no opinan como ellos se pongan en contra.

Ese miedo a definirse no ha ido con usted.

No. En política siempre he sido claro y he dicho que soy nacionalista vasco. Y muchos no entienden que haya personas que son nacionalistas vascos, porque entienden que solo se puede ser nacionalista español. Son puntos de vista, pero como tú te definas, te salen críticos en lugar de respetarte. Por eso, en Euskadi hay gente que dice que es nacionalista solo de Burgos para acá, porque de Burgos para allá no se les ocurre ni de broma decir que son nacionalistas. Hay muchos que son del PNV solamente cuando pueden chupar de la piragua, pero cuando pueden chupar de la piragua del PSOE, del PP o del que sea, aprovechan y lo hacen.

Ya que hemos entrado en este terreno, podemos hablar de las elecciones de hace dos semanas y de sus resultados...

Estoy encantado con los resultados. Todo el mundo sabe que soy del PNV, así que estoy encantado de lo que ha conseguido el PNV y de lo que ha conseguido Bildu. Que conste que no soy un estudioso político. Hablo de política como ciudadano y siempre según mi ética y mis criterios. En las anteriores elecciones, las autonómicas, ganaron PSOE y PP y no han dejado de recordárnoslo por todos los sitios. En Euskadi y en España. Pero era una noticia falsa. No que hubieran ganado, pero sí que Euskadi fuese constitucionalista. Ganaron porque no estaba Batasuna. Ahora han dejado presentarse a Bildu y han sacado un montón de votos. Se ha demostrado que los nacionalistas somos mayoría.

Otra cosa es si esa mayoría abertzale se va a trasladar a los gobiernos tal cual. Caben muchos acuerdos. El PSOE y el PP quieren pactar con el PNV...

No me haría ilusión que eso pasase. Desde luego, no me gustaría nada leer la noticia de que el PNV ha pactado con PSOE y PP para excluir a Bildu. Soy disciplinado y lo aceptaría, pero prefiero que no pase, la verdad.
Hablemos de otras elecciones, las del Athletic, convocadas para julio. Fernando García Macua frente a Josu Urrutia.
Lo que voy a hacer es escucharles a los dos candidatos. A Macua le escuché la primera vez, ganó, y le dije en persona lo que no me gustaba. Y ahora viene Josu, al que he tenido de jugador, y me encanta que los jugadores se metan en la vida del Athletic. Pero sí tengo claro que las elecciones son más importantes que votar y poner a uno de presidente. No me parece bien que se hagan campañas para ganar y para meter a Fulanito, que me trae quinientos votos, o a Menganito, que me trae ochocientos. No. Hay que meter a gente en el Athletic que esté preparada, que sea profesional. Ojalá hubiera cuatro o cinco candidatos con ideas buenas, con gente buena. Más de lo mismo, no. Porque llevamos más de lo mismo veinte años.

¿No le tienta presentarse a usted?

No valgo para ser presidente del Athletic, por lo menos, como han venido siendo los últimos. Yo no concibo así el cargo. Eso no me gusta. Yo sería un presidente del fútbol, no un presidente de intereses, de relaciones. En el Athletic, los presidentes son de chaqueta, corbata y reunión con el Diputado General, invitado a la inauguración de no sé qué... El presidente del Athletic yo lo concibo como un tío que lo que tiene que dirigir fundamentalmente es Lezama. Para todo lo demás, un buen relaciones públicas.

¿Qué ha pasado con Lezama?

A la vista está. No tiene sentido que en los últimos años se haya llegado a que no salgan jugadores vizcainos. Eso habla de un horrible trabajo. Si salen navarros y guipuzcoanos, ¿por qué no van a salir en Bizkaia, que es más grande y tiene más población? Porque se ha hecho muy mal trabajo. Han matado Lezama en los últimos quince años. No hay que perder la esencia,

y en el Athletic se ha perdido la esencia.

También han cambiado los tiempos y el propio fútbol.
Lo básico sigue igual. El Real Madrid y el Barcelona siempre han existido, y eso no ha impedido que el Athletic consiguiera títulos. ¿Con qué? Con su estilo. Y hemos tenido jugadores que eran figuras mundiales como Panizo, Bata, Iriondo, Gorostiza, Zarra, Gainza... Y ahora resulta que no tenemos nada. Si los chavales están ahí y tienen una afición tremenda. Habrá que trabajar todo eso. ¿Quién? ¿Uno que sea un poco broncas? No, prefieren un diplomático, que sigamos igual.

Vamos, que no alberga esperanzas de volver al banquillo del Athletic...

Ninguna. Con la filosofía y estas campañas electorales que se hacen exclusivamente para ganar, no. Me ven como conflictivo y, entonces, no tengo ninguna esperanza. En el Athletic ha entrado gente sin experiencia, profesionales que no han hecho nada, gente que no conoce ese trabajo... y solo porque son pacíficos. Vale, pues lo acepto. Y aunque no me elijan, sigo siendo del Athletic. Lo que no voy a decir es amén a todo.

Y a estas alturas, tampoco va cambiar de forma de ser. Es como es y no parece que se arrepienta de nada.

Si digo que no me arrepiento de nada, dirán que soy un chulo. Me arrepiento, en todo caso, de las veces que he metido la gamba, pero, en general, no me arrepiento de enfrentarme a todo el mundo con quien me he tenido que enfrentar. No puedo callarme cuando no tengo que hacerlo. Algunos creen que lo ideal es callarse y callarse y decir amén como el burro. Pues no. Yo no voy como un burro. Me dicen que me habría ido mejor si no me hubiera metido en enfrentamientos, y yo digo que sí, que me habría ido mejor, pero no mejor de lo que me va. ¿Hubiera tenido más dinero, habría estado en mejores equipos? Igual sí. Trabajar, he trabajado los treinta años que llevo entrenando. No me ha ido tan mal.


las claves

Bilbao. Ayer mismo tenía encuentro oficial contra Senegal. En la víspera del viaje, le robamos unas horas para charlar sin prisa y, por supuesto, sin cuestionario previo. Él nunca lo pide.

Con el pie en la escalerilla del avión...

Sí, así vivo de un tiempo a esta parte. Allí, a Camerún, voy, como ahora, cuando tenemos partido, cuando hay alguna reunión de trabajo o para ver a los que juegan en las competiciones del país.

Hace diez años, seguro que no entraba en sus planes entrenar a Camerún.

Ni hace diez, ni hace cinco... Y tampoco a Serbia, donde también he estado, pero mira. Las cosas llegan así...

¿Qué le mueve a aceptar una oferta así, a tantos kilómetros de casa y en un fútbol tan diferente?

Sobre todo, que es trabajo. A priori, diría que no a muchas cosas, pero cuando me las ofrecen, digo que sí. Soy facilón porque me gusta mucho el trabajo. Luego, está la curiosidad y el hecho de que el fútbol africano tiene un potencial tremendo. Eso me atrajo. Desde luego, lo más extraño y lo más complicado que he hecho en mi vida es entrenar a Camerún. Es otro mundo, otra cultura, otros hábitos. No tiene nada que ver ni con mi mentalidad ni con la forma de trabajar para un europeo. Eso es un aliciente.

¿Se adapta?

La vida de allí no tiene nada que ver con la de aquí. Yo soy de los que he vivido en muchos sitios y me amoldo a donde vivo. Tengo un cambio de vida muy fácil. El refrán dice "allá donde vayas, haz lo que veas". He vivido en Murcia, Tenerife,Valladolid... en un montón de sitios, en zonas de costumbres totalmente diferentes a las nuestras, y me he amoldado siempre bien. Eliges lo que a ti te gusta de ellos. En este caso, además, ya te digo que no estoy permanentemente allí.

¿Lo han acogido bien?

Si te refieres a la prensa, de momento no hay ningún problema. Lo que pasa es que no estoy pendiente de quiénes son los periodistas importantes. Atiendo a todos igual. No tengo un seguimiento del día a día de la prensa y me preocupa mucho menos. Pero la prensa yo creo que es exactamente igual en todo el mundo.

¿Igual? Creo que sé dónde vamos a ir a parar...

No, vamos a ver... Yo me he creado una fama de antiprensa y no es así. Yo tengo muchos amigos periodistas. Me gusta la prensa, me encanta el periodismo, pero el veraz. Lo que no acepto son ni las amenazas ni las imposiciones de un tonto que ha estudiado tres años periodismo y dice que es el que más sabe del mundo.

Ante eso, Clemente no se calla.

Pues no, y a partir de ahí, empieza mi enfrentamiento con la prensa. Si yo me encuentro con un periodista que día tras día me está insultando, puedo hacer dos cosas: callarme y otorgar o enfrentarme a él. Yo soy partidario de enfrentarme. ¿Cómo lo hago, sin tener una emisora o un periódico? Pues cuando le veo, me enfrento, y le digo que miente, y le digo que insulta, que es un maleducado...

¿Y se puede vivir en el enfrentamiento permanente?

Tampoco te creas que me ha preocupado tanto. A mí la prensa no me fatiga. Pero no eludo nunca una contestación. Contesto todas las preguntas que me hagan. Pero con la misma virulencia que me preguntan, yo contesto.

Eso ha sido así casi desde los primeros tiempos de su carrera como entrenador.

Pues sí. El primer caso gordo fue con El Correo y con Paco Crespo. Este era un golfo que se alía con un jugador, que también era medio golfo y que, en vez de querer que el protagonista sea su fútbol, pretende que lo sea su poder por el medio informativo. Y en el Athletic había una disciplina para todo el mundo igual, para el bueno y para el malo. De repente, hay uno que dijo que era diferente a los demás. Yo no podía dejarle que tuviera unas prebendas que no tenían los demás. Él, para tener esas prebendas, se alió con un periodista, y como ese periodista era alguien al que no le gustaba la estabilidad, nos buscó ese grano para crear un maremoto y cargarse el ambiente deportivo fenomenal que había. Yo no puedo callarme ante algo así.

Pero no callarse tiene un precio.

A mí no me contratan porque prefieren no meterse en problemas. En España me contratan mucho últimamente cuando el equipo está desahuciado. Y en el Athletic pasa lo mismo. Prefieren gente pacífica, que no diga nada, que no se enfrente. Si El Correo se enterase de que yo voy a formar parte del Athletic, empezaría a matar. Donde yo me muevo, El Correo está en contra. Mira, yo tenía buena relación con Bergareche, uno de los dueños de ese grupo de prensa. Cuando fui a la Real, le pedí que tuvieran un poco de cuidado. Al día siguiente, Diario Vasco tituló "El socio número 8.000 de Athletic entrenará a la Real". A él no le interesa la relación, la amistad. Le interesa la pasta, que su producto venda, que gane mucho dinero y lo demás le da igual. Ante esa forma de actuar, yo, a lo mío...

...Que es decir lo que piensa, ¿no?

Mira, en Euskadi hay mucha gente que no habla ni se moja en nada porque así no se equivoca nunca. Si yo no me hubiera metido en polémicas, posiblemente no habríamos sido campeones. Es que hay que meterse. La clave está en que de diez veces, ocho te vayan a ti bien y dos, si te has equivocado, te has equivocado. No pasa nada, has ganado ocho a dos.

Pero, ¿hay que hablar de todo? ¿Un deportista debe hablar de algo que no sea deporte?

A muchos jugadores les hacen preguntas políticas y dicen que de eso no hablan. Es algo que me ha parecido siempre raro. Pero si el chaval dice que es nacionalista vasco, por ejemplo, para unos, bien y para otros, mal. Y claro, le silban en los campos, tiene presión... Nunca se definen en eso porque no quieren que los que no opinan como ellos se pongan en contra.

Ese miedo a definirse no ha ido con usted.

No. En política siempre he sido claro y he dicho que soy nacionalista vasco. Y muchos no entienden que haya personas que son nacionalistas vascos, porque entienden que solo se puede ser nacionalista español. Son puntos de vista, pero como tú te definas, te salen críticos en lugar de respetarte. Por eso, en Euskadi hay gente que dice que es nacionalista solo de Burgos para acá, porque de Burgos para allá no se les ocurre ni de broma decir que son nacionalistas. Hay muchos que son del PNV solamente cuando pueden chupar de la piragua, pero cuando pueden chupar de la piragua del PSOE, del PP o del que sea, aprovechan y lo hacen.

Ya que hemos entrado en este terreno, podemos hablar de las elecciones de hace dos semanas y de sus resultados...

Estoy encantado con los resultados. Todo el mundo sabe que soy del PNV, así que estoy encantado de lo que ha conseguido el PNV y de lo que ha conseguido Bildu. Que conste que no soy un estudioso político. Hablo de política como ciudadano y siempre según mi ética y mis criterios. En las anteriores elecciones, las autonómicas, ganaron PSOE y PP y no han dejado de recordárnoslo por todos los sitios. En Euskadi y en España. Pero era una noticia falsa. No que hubieran ganado, pero sí que Euskadi fuese constitucionalista. Ganaron porque no estaba Batasuna. Ahora han dejado presentarse a Bildu y han sacado un montón de votos. Se ha demostrado que los nacionalistas somos mayoría.

Otra cosa es si esa mayoría abertzale se va a trasladar a los gobiernos tal cual. Caben muchos acuerdos. El PSOE y el PP quieren pactar con el PNV...

No me haría ilusión que eso pasase. Desde luego, no me gustaría nada leer la noticia de que el PNV ha pactado con PSOE y PP para excluir a Bildu. Soy disciplinado y lo aceptaría, pero prefiero que no pase, la verdad.

Hablemos de otras elecciones, las del Athletic, convocadas para julio. Fernando García Macua frente a Josu Urrutia.

Lo que voy a hacer es escucharles a los dos candidatos. A Macua le escuché la primera vez, ganó, y le dije en persona lo que no me gustaba. Y ahora viene Josu, al que he tenido de jugador, y me encanta que los jugadores se metan en la vida del Athletic. Pero sí tengo claro que las elecciones son más importantes que votar y poner a uno de presidente. No me parece bien que se hagan campañas para ganar y para meter a Fulanito, que me trae quinientos votos, o a Menganito, que me trae ochocientos. No. Hay que meter a gente en el Athletic que esté preparada, que sea profesional. Ojalá hubiera cuatro o cinco candidatos con ideas buenas, con gente buena. Más de lo mismo, no. Porque llevamos más de lo mismo veinte años.

¿No le tienta presentarse a usted?

No valgo para ser presidente del Athletic, por lo menos, como han venido siendo los últimos. Yo no concibo así el cargo. Eso no me gusta. Yo sería un presidente del fútbol, no un presidente de intereses, de relaciones. En el Athletic, los presidentes son de chaqueta, corbata y reunión con el Diputado General, invitado a la inauguración de no sé qué... El presidente del Athletic yo lo concibo como un tío que lo que tiene que dirigir fundamentalmente es Lezama. Para todo lo demás, un buen relaciones públicas.

¿Qué ha pasado con Lezama?

A la vista está. No tiene sentido que en los últimos años se haya llegado a que no salgan jugadores vizcainos. Eso habla de un horrible trabajo. Si salen navarros y guipuzcoanos, ¿por qué no van a salir en Bizkaia, que es más grande y tiene más población? Porque se ha hecho muy mal trabajo. Han matado Lezama en los últimos quince años. No hay que perder la esencia, y en el Athletic se ha perdido la esencia.

También han cambiado los tiempos y el propio fútbol.

Lo básico sigue igual. El Real Madrid y el Barcelona siempre han existido, y eso no ha impedido que el Athletic consiguiera títulos. ¿Con qué? Con su estilo. Y hemos tenido jugadores que eran figuras mundiales como Panizo, Bata, Iriondo, Gorostiza, Zarra, Gainza... Y ahora resulta que no tenemos nada. Si los chavales están ahí y tienen una afición tremenda. Habrá que trabajar todo eso. ¿Quién? ¿Uno que sea un poco broncas? No, prefieren un diplomático, que sigamos igual.

Vamos, que no alberga esperanzas de volver al banquillo del Athletic...

Ninguna. Con la filosofía y estas campañas electorales que se hacen exclusivamente para ganar, no. Me ven como conflictivo y, entonces, no tengo ninguna esperanza. En el Athletic ha entrado gente sin experiencia, profesionales que no han hecho nada, gente que no conoce ese trabajo... y solo porque son pacíficos. Vale, pues lo acepto. Y aunque no me elijan, sigo siendo del Athletic. Lo que no voy a decir es amén a todo.

Y a estas alturas, tampoco va cambiar de forma de ser. Es como es y no parece que se arrepienta de nada.

Si digo que no me arrepiento de nada, dirán que soy un chulo. Me arrepiento, en todo caso, de las veces que he metido la gamba, pero, en general, no me arrepiento de enfrentarme a todo el mundo con quien me he tenido que enfrentar. No puedo callarme cuando no tengo que hacerlo. Algunos creen que lo ideal es callarse y callarse y decir amén como el burro. Pues no. Yo no voy como un burro. Me dicen que me habría ido mejor si no me hubiera metido en enfrentamientos, y yo digo que sí, que me habría ido mejor, pero no mejor de lo que me va. ¿Hubiera tenido más dinero, habría estado en mejores equipos? Igual sí. Trabajar, he trabajado los treinta años que llevo entrenando. No me ha ido tan mal.