El 73,4% aprueba el presupuesto para la presente temporada

Josu Urrutia firmó ayer su primer gran éxito como presidente del Athletic, el que aporta la tranquilidad necesaria al inicio de un mandato. Urrutia contó con el respaldo mayoritario de la Asamblea, el órgano soberano de la entidad, a sus números y de paso infligió una derrota a Fernando García Macua, su antecesor, que sufrió la censura de los socios compromisarios a la contabilidad de su último balance económico, que precisamente no ayuda a sacar brillo a su hoja de servicios. El resultado de las votaciones fueron contundentes: el 65,3% de los compromisarios que depositaron su voto dieron el visto bueno a la formulación de las cuentas heredadas, que deparan un déficit de diez millones de euros, al mismo tiempo que el 73,5% aprobó el primer presupuesto de Urrutia, incluido el incremento del 3% en las cuotas de los socios.

Urrutia y su Junta Directiva salieron sumamente reforzados, una vez que el veredicto de la Asamblea fue impecable, al compartir la fotografía de la situación real de la economía del Athletic que han dibujado los actuales mandatarios frente al escenario positivista que vendió García Macua durante la campaña electoral, donde incidió en que el cierre de su legislatura se saldaba con un superávit de más de dos millones de euros, una contabilidad que rechazan los socios compromisarios, que han dado el mandato a la actual Junta de corregir esos números rojos y gestionar el nuevo presupuesto, que se eleva a 61,1 millones de euros.

La prueba del algodón, que se mide con la frialdad de los datos, no engaña. Urrutia experimentó un respaldo histórico para afrontar su primer curso al frente del Athletic, ya que supera en catorce puntos al techo de García Macua a lo largo de su cuatrienio, con el 59,8% de apoyo que consiguió en segunda instancia en el presupuesto para el ejercicio 2008-09. Los votos favorables a la contabilidad del pasado ejercicio diagnosticada por la Junta de Urrutia duplicaron a los negativos, 487 frente a 222, en tanto que la distancia se triplicó en la votación sobre el presupuesto para la presente temporada, con 548 sufragios a favor frente a los 178 en contra.

Si se trataba de sondear la credibilidad que aportaba la anterior Junta y la que aporta la actual, esta última se impuso prácticamente por K.O. técnico, por lo que poco sirvió a García Macua y al que fue su contador durante cuatro años, Juan Antonio Zarate, sus explicaciones para argumentar los criterios que les llevó a imputar como ingresos corrientes los 7,3 millones de euros procedentes de las cuotas de entrada de los 6.500 socios barria, el asunto gordo de un sorprendente desajuste contable, del que, con todo, no quiso hacer sangre Urrutia, que rentabilizó su perfil conciliador que, al mismo tiempo, cierra el proceso electoral.

nueva etapa El Athletic, por tanto, emprende una nueva etapa, en la que queda sellado el estatus del socio barria (no se le reconoce como socio de pleno derecho y su inversión en ningún caso será a fondo perdido) mientras sigan vigentes los actuales Estatutos y en la que el club deberá, según expuso Urrutia, "ajustarse el cinturón" ante el escenario que fija un patrimonio negativo, por lo que el presidente rojiblanco llamó a "la necesidad de acometer y comprometerse corporativamente con medidas efectivas que reviertan las actuales situaciones de descontrol económico y financiero". Una desviación que la resumió Alberto Uribe-Echevarría, contador de la Junta Directiva y que desnudó el momento dinerario con un lenguaje cercano: "en el ejercicio pasado se gastaron nueve millones más de los previstos y se ingresó un millón menos de los presupuestados", además de matizar que la deuda neta del Athletic se eleva a 41 millones de euros.

La fotografía caló en el socio compromisario, que no quiso apreciar un escenario idílico. "La situación nos preocupa", insistió Urrutia, si bien no tiró de una versión dramática, ya que el estado "patrimonial y financiero del Athletic es mejor en términos absolutos y en términos de comparación con el resto de clubes", ante lo cual el exjugador rojiblanco incidió en la necesidad de compaginar una política de austeridad con la ambición deportiva, momento en que, tras felicitar a Joaquín Caparrós por sus cuatro años como técnico del Athletic, pidió la máxima confianza en el nuevo proyecto deportivo de Marcelo Bielsa, que "poco a poco está logrando ese asentamiento y consolidación del nuevo estilo de juego del equipo que, estoy seguro, va a cristalizar de inmediato en un Athletic plenamente competitivo de cara a los ilusionantes retos que tanto en Liga como en Copa y en la Europa Legue vamos a afrontar".

La Asamblea aprobó por una mayoría absoluta el presupuesto para el presente ejercicio, que le tocará gestionar a la Junta Directiva presidida por Urrutia, que apuesta por "maximizar las posibles fuentes de ingresos", que aumentan en un 7,6%, pero "trabajando con especial intensidad en orden a ajustar lo más posible las partidas de gastos", que se reducen en 5,3 millones de euros en el personal deportivo, de forma que "se vuelva a la senda del equilibrio financiero, única manera de seguir siendo un club solvente, sólido, con estructuras firmes, capaz de hacer frente a sus compromisos presentes y futuros". Urrutia, por tanto, asume la misión que le ha encargado la masa social del Athletic, que de paso echa el cerrojo a la etapa de García Macua.