Gorka Iraizoz pide al Athletic 1,5 millones de ficha

El club confía en llegar a un acuerdo que convertirá al navarro en el sexto mejor pagado. Ibaigane ofrece tres campañas y 1,2 millones netos al portero, que reclama 1,5

Trescientos mil euros. Ésta es la cantidad que separa a Gorka Iraizoz del Athletic y que provoca que aún no haya firmado la renovación de tres años que le ofrece el club. Las fuentes consultadas mantienen que la junta propone al portero 1,2 millones de euros netos por curso y que su agente, Antxon Mujika, reclama 1,5.

El epicentro de la cuestión es el dinero. En 2007, cuando firmó a cambio de 4,6 millones de euros de traspaso al Espanyol, su capacidad de presionar en la negociación era limitada. Quería salir a toda costa de Barcelona para ser titular en Primera, jerarquía que solo le ofrecía el Athletic. Entonces firmó un contrato del nivel medio-bajo, en torno a los 700.000 euros por curso.

Casi cuatro años después la situación ha cambiado. Ahora es Iraizoz el que se encuentra más fuerte en el tablero de la negociación. No es solo que acabe contrato, sino que también es consciente de que no hay recambio, de que Joaquín Caparrós no cree ver ni en Raúl, el suplente, ni en Aitor Fernández, en el filial, capacidad para ocupar a corto plazo su sitio.

Iraizoz quiere aprovechar el momento para conseguir un buen aumento de ficha. A sus 29 años busca el gran contrato de su carrera. Lo que pide, 1,5 millones de euros, le colocaría en el sexto puesto en el ranking de los mejor pagados de la plantilla. Esta clasificación la lidera en estos momentos Fernando Llorente, que el pasado curso ingresó alrededor de 2,2 millones netos. Los contratos por objetivos que firma esta junta directiva favorecen a los que juegan muchos partidos. En estos casos, una buena parte de la ficha pasa de ser bruta (con los impuestos a cargo del jugador) a neta (pagados por el club).

La diferencia entre las dos partes no es descomunal, lo que justifica el optimismo de Ibaigane cuando interpreta que la renovación está cercana. Si uno ofrece 1,2 y otro pide 1,5, parece razonable pensar que el punto de acuerdo se situará entre 1,3 y 1,4.

Además, en esta negociación coinciden dos interlocutores a los que les gusta dar tiempo a estos asuntos, como son García Macua y Mujika. Es sabido que el presidente rojiblanco prefiere masticar mucho estos tratos. Lo mismo se puede decir del agente del jugador. Es el que también lleva a Iraola. El contrato del lateral concluía en 2010. A finales de mayo de 2009 aún no había firmado. Muchos vieron en la tardanza un anticipo de su salida. Hubo quien prácticamente le asignó piso en Villarreal. Sin embargo, a mediados de junio firmó por dos campañas.

Con Iraizoz, en todo caso, la cuerda se ha estirado más. García Macua habló con el portero en mayo. «Quiero seguir», garantizó el navarro. Fue el pistoletazo inicial de las negociaciones. Se esperaba en el club que el asunto se cerrara rápido, pero se ha encontrado con unas conversaciones duras.

En los últimos tiempos, la rumorología de la prensa deportiva ha colocado al portero en la órbita del Barcelona y el Arsenal. En Ibaigane hay tranquilidad. Mujika avisó al inicio de las conversaciones que en caso de negociar con algún otro club alertaría inmediatamente a los rojiblancos. Como esa advertencia no ha llegado, se da por hecho que solo habla con los bilbaínos.

Los antecedentes permiten mantener la tranquilidad. Mujika está considerado en el negocio como uno de los agentes más fiables. De esos que tienen en su palabra uno de sus grandes activos y que, por tanto, no la incumple.

Falta de sutileza

Además, no encaja en el perfil del portero el hecho de que vaya al Barcelona para ser suplente de Víctor Valdés. Quienes trabajaron con él en el Espanyol aún recuerdan los disgustos que se llevaba cada vez que Kameni jugaba en Liga pese a sus brillantes intervenciones en la Copa de la UEFA. Además, en el mundo de los agentes futbolísticos se considera muy improbable que el Barcelona gaste tres millones de euros por temporada (1,5 en ficha y otro tanto en impuestos) por un portero suplente.

El guipuzcoano Oier, portero del Barça B y a quien se augura un gran porvenir, cobrará 0,8 millones en el momento en el que suba al primer equipo y juegue una veintena de partidos.

Convencidos de llegar pronto a un acuerdo, en el club no se da gran importancia a las manifestaciones del portero, quien juega al escondite con su renovación y ni siquiera aclaró el martes ante los periodistas si le gustaría seguir en el Athletic. Se asume que la del guardameta no ha sido una demostración de sutileza ni de emitir palabras al estilo de la Escuela Diplomática Vienesa. En todo caso, el club valora que lo importante es que la interlocución es buena y los canales de comunicación permanecen abiertos.