La directiva plantea no sacar a la venta entradas como vsitantes

El presidente explicará la postura del club en una rueda de prensa en Ibaigane

Después de los incidentes que tuvieron lugar ayer en San Mamés e Ibaigane ocasionados por los aficionados rojiblancos que se quedaron sin entradas para el derbi, el Athletic se plantea "muy seriamente" no sacar a la venta las entradas para los partidos de fuera de casa. "En vista de lo acontecido, el Athletic se planteará muy seriamente si en próximas ocasiones presta el servicio de puesta a disposición en Bilbao y con medios y recursos del propio club de las entradas que provenientes de los cupos de cortesía entre clubes pudieran quedar en algún momento", indica el comunicado del club publicado ayer en la página web de la entidad rojiblanca. Además, en el escrito, el Athletic enfatiza que las taquillas oficiales para lograr una localidad para el encuentro de mañana eran las de Anoeta: "El club reitera que la taquilla oficial es la de la Real Sociedad a la que deben dirigirse todos aquellos aficionados que quieran acudir al encuentro".

Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, el presidente rojiblanco Fernando García Macua ofrecerá hoy una rueda de prensa en Ibaigane, a partir de las 12.30 horas, en la que explicará la postura oficial del club.

Las protestas de los aficionados rojiblancos de ayer añaden un nuevo capítulo a los problemas que se generan entre la masa social del Athletic por las entradas. No es la primera vez que García Macua tiene que hacer frente a rebeliones por el escaso papel que llega a los seguidores vizcainos. El reparto de localidades para la final de Copa de Mestalla entre el Barcelona y Athletic del 13 de mayo de 2009 fue una de las crisis que ha sacudido el mandato del actual presidente rojiblanco. El Athletic sólo recibió 18.500 entradas para el duelo copero que tuvo y las tuvo que repartir entre sus 33.000 socios. El lío llegó por el mecanismo que el club escogió para proceder a la asignación de las entradas. En vez de recurrir a un sorteo sencillo, recurrió a un modelo que resultó no ser ecuánime y en el que unos tenían más probabilidad de ser seleccionados que otros. Los socios debían apuntarse en una lista donde se les asignaba un número de cabecera. El sistema que se empleó fue el de escoger un número a partir del cual los 2.959 siguientes, por orden ascendente y hasta que fueran necesarios para atribuir 2.960 entradas, formarían el grupo agraciado. Siguiendo esta pauta se conformarían cinco grupos que tendrían entrada para estar en Mestalla. Lo que sucedió fue que las personas que tenían los últimos códigos de registro tenían más opciones de ser escogidos.

El malestar que se generó ayer por la falta de entradas para el derbi ante la Real Sociedad no adquirió las dimensiones de aquella ocasión, pero supone un nuevo enfrentamiento entre directiva y afición por un tema de entradas.