Bilbao Athletic 3-Salamanca 1

Ibai abre el camino de falta directa y Yurrebaso y Eguaras sentencian al Salamanca


El Bilbao Athletic se engancha a la pelea por el playoff. El filial superó de forma clara al Salamanca en Lezama. Apretó en el arranque y desbordó en todas las parcelas del terreno de juego a los charros. El duelo quedó visto para sentencia en la primera media hora. Fútbol de lujo y tres goles locales. Los cachorros están a cinco puntos de la cuarta plaza, pero tienen un partido menos. El que deben jugar en Burgos.

Cuco Ziganda colocó en el once inicial a Ibai y Ruiz de Galarreta. Ambos llegaron de madrugada de Sevilla tras haber estado en el banquillo del Benito Villamarín el sábado por la noche. El de Santutxu hizo de las suyas. En el minuto 5 clavó una falta directa. Una de sus especialidades. El de ayer fue su décimo tanto del curso.

El Salamanca no se recuperó del golpe y el Bilbao Athletic vio la ocasión de sentenciar por la vía rápida. José Ángel salvó a los suyos. Era un acoso y derribo de los rojiblancos, que aumentaron su ventaja a los 25 minutos por mediación de Yurrebaso. El público de Lezama estaba disfrutando. Y entonces llegó el tiempo de sacar los pañuelos. Eguaras se sacó un derechazo y lo puso en la escuadra. Un gol similar al que hizo con el juvenil hace un par de campañas frente al Valencia en San Mamés en la Copa del Rey.

El Salamanca reaccionó tras el descanso. La charla del técnico surtió efecto. Igor de Souza recortó distancias para los visitantes tras controlar con el pecho y superar a Serantes. El Bilbao Athletic no se puso nervioso. Continuó queriendo el esférico. Era la mejora forma de defenderse.

La escuadra castellana lo intentó algo más, pero sin profundizar en exceso. De Lucas disparó alto. El fútbol control de los cachorros surtió efecto. Incluso pudo conseguir una mayor goleada. Ibai, que terminó siendo relevado, perdonó en el mano a mano frente a Bernabé. La última oportunidad del encuentro corrió a cargo del Salamanca. Sergio García perdonó y el Bilbao Athletic vivió unos minutos finales muy plácidos