Entrevista:Aritz Aduriz

Considera que el Athletic se lo ha puesto muy fácil para integrarse, pese a que el ambiente que rodea al club no sea el ideal. Confiesa que Bielsa le ha impresionado por su capacidad para analizar el fútbol y confía en que vuelva a ser el equipo con el que tanto disfrutó desde la distancia

Aritz Aduriz (Donostia, 1981) repasa su carrera, el modo en que tuvo que salir cuatro años atrás de donde nunca se hubiese movido, así como la enriquecedora experiencia vivida en otros destinos. Estima que regresa siendo un futbolista más completo, de lo contrario no cree que el Athletic le hubiese fichado por tercera vez.

Todavía son solo unos pocos meses desde que volvió al equipo, aunque muy movidos. ¿Cómo lo lleva?

La verdad es que tenía muchísimas ganas de volver a la que había sido mi casa. Llevo poco tiempo todavía, pero todo ha sido muy intenso por diferentes razones. En lo de deportivo, hay que decir que el equipo no está como nos gustaría, ni muchísimo menos, pero esperamos ir progresando poco a poco y tengo que decir que en este sentido se está trabajando muy bien.

El aire que se respira no puede decirse que sea el más sano.

Sí, sí, el clima no es el ideal para poder estar centrados en lo nuestro, pero lo intentamos. Creo que es como para quitarse el sombrero cómo se hacen los entrenamientos, con qué intensidad se hace todo y luego, también tratamos de distanciarnos de todo aquello que no nos conviene. En el equipo se está haciendo lo que se debe.

Se quiera o no, cuanto se está cociendo en torno al club influye en los jugadores y lógicamente afecta a la calidad de su trabajo.

Al final, la dedicación es algo básico. Respecto a otras cuestiones que nos están enturbiando, imprudencias que se han cometido por una causa o por otra, nosotros tenemos que tener claro que hay cosas que son sagradas y que lo mejor es zanjar cuanto antes estos asuntos, hablarlos con quienes los tenemos que hablar y centrarnos en el aspecto deportivo.

No cabía esperar que a una campaña tan atractiva le siguiera un período tan conflictivo. Quizás le ha pillado todo más de sopetón, porque encima fue aparecer usted por Lezama y empezar los líos.

En pocos años todo ha cambiado mucho, en el fútbol y en muchos órdenes de la vida. Esto se nota en cómo nos comunicamos, también se ha hecho algo común airear la vida de uno en las redes, parece que hay una tendencia a que todo se haga público, se ve como normal que todo el mundo te cuente sus historias y sin embargo sigue habiendo temas que hay considerar y respetar. La gran diferencia que veo respecto a otras etapas es esa, pero no sólo se ha cambiado aquí, sino en todas partes, y no sólo la gente joven, también la que no lo es tanto. Hay situaciones que quizás en el Athletic no se dan con tanta facilidad como en otros clubes, quiero decir que igual no estamos tan acostumbrados y por eso nos sorprende tanto esto de ahora.

Usted siguió al Athletic durante la temporada pasada desde la distancia. ¿Qué impresión le causó?

El año pasado vi el que para mi gusto es el mejor Athletic en mucho tiempo, en años y años. La temporada fue histórica en cuanto a los resultados, pero sobre todo por cómo lo hizo el equipo, por la forma en que jugó, ahí es donde está el valor añadido. Me gusta ver fútbol, aunque no soy un comepartidos, y por otra parte al Athletic siempre le he seguido, pero el año pasado le veía también por el placer que daba verle. Así que cuando fiché, pensaba que venía a vivir una situación idílica, pero por desgracia todo se ha revuelto demasiado. Confío en que empiece a haber resultados cuanto antes y que todo el mundo pueda volver a ilusionarse con el equipo.

Fue fichado para reforzar una línea donde había un titular fijo, era una incógnita cómo gestionaría el entrenador su incorporación, pero resulta que es usted el que figura en las alineaciones.

Vine a intentar aportar lo poco o mucho que tengo, a mejorar el rendimiento colectivo en la medida de mis posibilidades y, claro, a competir para jugar el máximo número de partidos. Sabía que me esperaba una competencia fuerte, pero eso es algo que ya he conocido en los otros equipos en que he estado y es algo de lo que se beneficia el equipo. Nunca se puede prever cuál será la situación que te vas a encontrar.

Hace dos temporadas lo jugó todo, compartiendo línea con otro punta, Soldado, y en la última, perdió el sitio, intervino en muchos partidos, pero desde el banquillo.

La del año pasado es una situación que, por suerte, no había conocido antes, por lo menos de forma tan prolongada. Fue un gran aprendizaje, me enriqueció a nivel profesional. Cuando te pasa algo así hay que asumirlo, sin dejar de pelear nunca para cambiarlo, así que yo vine preparado para ayudar al Athletic en todos los aspectos e independientemente de cuál fuera mi situación.

Ha declarado alguna vez que su intención siempre ha sido la de volver, pero era una posibilidad complicada.

Sí, porque son tres partes las que se tienen que poner de acuerdo y eso no es fácil. Siempre me ha llenado defender aquello en lo que creo y eso es el Athletic. He estado bien y he disfrutado en otros equipos, no tengo queja, pero me atraía muchísimo estar aquí y he puesto de mi parte para que así fuera.

Por lo que acaba de decir, debió ser muy duro salir del Athletic como salió la última vez.

Al principio, cuando sucedió, sí que fue una decepción grande, un golpe fuerte, pero tuve la suerte de que me vi arropado en el sitio al que fui, el Mallorca, y entonces le di la vuelta rápido a lo que pasó. Puedo decir que he sacado muy buenas experiencias de los años en que he estado fuera.

Nada más llegar dijo que para un delantero era muy fácil jugar en este Athletic.

Sinceramente, pienso que las opciones que este equipo le da a un delantero son muchas, según en qué partidos claro, porque no siempre el juego sale bien, pero es que el Athletic llega con mucha gente arriba y eso genera opciones para el delantero. Ahora bien, como en el resto de las demarcaciones, la exigencia también es muy alta.

Decía que según en qué partidos, en algunos no ha gozado ni de un balón para rematar. El que se coloca más arriba depende en gran medida del resto.

Depende muchísimo, yo sin el equipo no soy nada. Por mi posición, necesito del equipo más que nadie, y si el equipo no tiene un buen día el que más lo sufre soy yo. Hay delanteros que esos partidos son capaces de hacer otras cosas, pero no es mi caso.

No da la sensación de que le haya costado integrarse en el estilo de juego y ha hecho gala de una gran efectividad.

No es lo mismo venir al Athletic que hacerlo a un equipo donde no conoces a nadie. Aquí conocía a muchos de los jugadores y del personal profesional que hay en el club y entre todos te lo ponen muy fácil. El proceso de adaptación se puede decir que no existe, no hace falta, así que no se puede utilizar como excusa. Pero siempre quiero más y además no puedo estar contento con los puntos que tenemos en Liga o con los resultados en Europa. Lo colectivo manda sobre lo individual.

¿Qué puede decir de Bielsa?

Los aspectos positivos son mayúsculos. Somos privilegiados por tenerle a diario. Es una persona de la que se puede aprender muchísimo y que también exige muchísimo, pero eso es lo que ha llevado al equipo a límites como el de jugar dos finales en un año. El valor de este logro es increíble, igual que la capacidad de análisis que tiene este hombre, cómo desmenuza el juego y la manera que tiene de hablar.

Sí, últimamente todos nos hemos enterado de lo bien que habla en el vestuario.

Da gusto oírle hablar y cada vez que lo hace: callar, escuchar e intentar retener todo lo que puedas. Pocas veces he visto a un técnico detectar tantos detalles de lo que pasa en el campo, cosas que para la mayoría pasan desapercibidas. Todo entrenador tiene cosas que no te gustan o que no compartes, pero creo que Bielsa tiene mucho valor como analista de fútbol.

¿Lo que le habían contado de él encaja con lo que ha podido comprobar?

Igual se quedaron un poco cortos, pero no es fácil describir a una persona de estas características.

Habrá quien opine que su edad es excesiva para haberle dado un contrato de tres años. ¿Qué les diría?

Bueno, si te fijas en los años que tengo a muchos les parecerá excesivo. Que yo diga que me encuentro muy bien, que apenas he tenido lesiones importantes y que físicamente estoy entero, tampoco sirve si luego no soy capaz de demostrarlo. He podido firmar tres porque los tenía donde estaba y si me los han ofrecido será porque creen que me los he ganado.

¿Siente que ha vuelto siendo mucho mejor jugador que aquel al que dejaron ir?

Algo fundamental es sentirte valorado, ver que te dan confianza, porque eso es lo que te permite progresar mucho más. Luego cada jugador necesita su tiempo para madurar. Creo que en estos últimos años he seguido creciendo, aprendiendo y mejorando. Si no fuera así, seguro que ahora no estaría aquí. Es muy difícil volver al Athletic una tercera vez si no has hecho tu trabajo bien.

Esa progresión podría haberla desarrollado en el Athletic, se marchó en una edad ideal, con 27 años.

A lo mejor es que no me veían esa capacidad para progresar o me dejaron ir por otras cuestiones y a la postre deportivamente tampoco fue una decisión errónea. Decidieron eso y hay que respetarlo.

Decidieron, no lo hizo usted.

Mucha gente dice que sin mi visto bueno no se hubiera hecho aquella operación, pero tengo muy claro que uno tiene que estar allí donde quieren que esté.

Sus estadísticas hablan de 264 partidos en Primera y 80 goles, pero sus números en el Athletic son inferiores a los que ha acumulado fuera.

Ojalá, y con esa intención he venido, pueda engordar mis estadísticas en el Athletic y que acaben siendo las que manden.

Dentro de una semana visita al Valencia.

El Valencia no ha empezado muy bien o por lo menos no como está acostumbrado en función de la exigencia que se tiene allí. Y esto puede ser bueno para nosotros. En Mestalla, el Valencia es fuerte, pero trataremos de pasarles por encima. Cuando empezó la Liga yo le coloqué al Valencia como un rival directo.

¿Cree que el Athletic alcanzará el nivel de competitividad del año anterior? ¿Cómo ven este asunto sus compañeros, que pueden manejar más datos que usted?

Me encantaría responder con un sí rotundo, decir que el Athletic será capaz de eso. Desde luego, yo creo en este equipo, ciegamente además. Tenemos un gran equipo, con jugadores de mucha calidad que encima han adquirido más experiencia. El problema es que el listón está a la altura del techo, pero ojalá lo logremos.

No me refería al hecho de disputar finales, que es algo difícil de repetir, sino al nivel del juego.

Por lo que hemos hecho hasta ahora, es evidente que no tenemos el nivel que nos gustaría, pero creo que estamos en el buen camino. No soy adivino, pero la gente puede estar segura de que se va a intentar.

Para la consecución de ese objetivo sería de agradecer que se terminase con tanto asunto turbio o desagradable.

Por supuesto, sí. Eso es básico. Sin un buen ambiente se trabaja peor. Somos profesionales y tenemos que convivir con muchas cosas, pero este ambiente no es el mejor. Estaría bien que se dejase de hablar tanto de lo que no es fútbol.

En este contexto, por su edad y recorrido en el mundo del fútbol, usted es uno de los jugadores que puede contribuir con su aportación en el vestuario.

Me considero uno más, que aprende de todos, también de los más jóvenes, pero está claro que los más experimentados en un momento así pueden ayudar a otros.

Hay mucho joven en la caseta.

La plantilla es muy joven, pero va acumulando vivencias y todo lo que hubo el año pasado se tiene que notar. No creo que el Athletic sea un equipo sin carácter.

San Mamés le ha brindado varias ovaciones, particularmente intensa la última, cuando fue relevado ante Osasuna.

Cuando San Mamés se pone en pie es una pasada. No soy capaz de distinguir una ovación de otra, todas me llenan. También en otros sitios la afición trata así al jugador, pero siendo yo como soy y sintiendo como siento, lo de San Mamés para mí es distinto, no hay comparación.