Fernando Llorente sigue en racha

El delantero hace el doblete ante el Sevilla y se revela como el mejor artillero nacional con seis tantos en ocho jornadas de

Fernando Llorente busca el remate ante la oposición del sevillista Martín Cáceres.

Fernando Llorente juega sin cadena. Todo lo que toca lo transmuta en oro, aunque no sirva para sumar. Como ayer en el Sánchez Pizjuán, donde una actuación arbitral lamentable privó al Athletic de sacar algo positivo de su campo maldito. El delantero dio un paso al frente y encabezó la revuelta rojiblanca, que no llegó a convertirse en remontada por errores propios y ajenos. Marcó dos goles al Sevilla -uno después de fallar el penalti y aprovechar el rebote, el colmo de un jugador enrachado- y se destaca como el mejor artillero nacional con seis tantos en ocho jornadas, muy por delante de Negredo, Tamudo y Aduriz, todos ellos con tres. Solo Cristiano Ronaldo supera al riojano gracias a su catarsis goleadora frente al Racing, que le aúpa al liderato con diez dianas.

No cabe duda de que Llorente está en su mejor momento desde que decidió ser futbolista. Hace nada marcó con la selección dos goles a Lituania y uno a Escocia y prosiguió con su incontinencia anotadora ante el Zaragoza, partido en el que pudo romper todos los récords de haber tenido el punto de mira más ajustado. Por cierto, ante los maños rubricó su tanto número 50 en Liga y ayer colocó el listón en 52. Y subiendo. Habrá que prepararse para otra semana de dimes y diretes, de hermosos homenajes televisivos -el punta rematando, saltando, marcando, subiéndose las medias, bebiendo agua...- ofertas fantasma y colocaciones gratuitas en los gigantes de España e Inglaterra. Una inercia convertida en costumbre que, a estas alturas de la película, no debería descolocar al gigantón de Rincón de Soto.

Batir marcas

Antes de comenzar la temporada, Llorente se fijó como objetivo superar los registros del curso anterior. Tarea difícil ya que no cuenta con los minutos en Europa, que el año pasado le valieron para marcar 8 goles, además de los 14 en Liga y otro en Copa. Un total de 23 dianas que, vaya usted a saber, pueden caer si sigue su buena estrella con España y el Athletic. Ayer, una vez más, dejó al descubierto la hambre que tiene: Konko le hace penalti y en seguida se va a por el balón. Falla la pena máxima y le favorece el rechace, que convierte en oro. Segunda onza de la noche. Enchufado.

El riojano arrancó el curso 2010-2011 con tres goles en las primeras tres jornadas -marcó al Hércules, Atlético y Sporting-. Buscó sin éxito el cuarto contra el Mallorca, el récord, e incluso dejó al descubierto su vena más avariciosa al lanzar un balón que debió ser para De Marcos, solo ante la portería vacía. Caparrós le aplaudió: «Quiero que mis delanteros sean egoístas», dijo. Se quedó a cero contra el Barça y Valencia, y entonces explotó con la selección, ante Lituania y Escocia. El cuarto en Liga llegó frente al Zaragoza y el quinto y el sexto, anoche en Sevilla. De los 14 goles del Athletic, 6 son suyos. Y subiendo.