Macua espera que la renuncia de Amorebieta a Venezuela sea para siempre

Fernando Amorebieta ha guardado en el cajón de los asuntos pendientes sus más inmediatos planes de internacionalidad y ha comunicado al Athletic su decisión de renunciar -al menos de momento- a la selección de Venezuela.

El central ha dejado sin pétalos la margarita de tanto deshojarla y ayer abandonó su burbuja de aislamiento para anunciar que no estará en los dos amistosos que el combinado 'vinotinto' jugará ante Colombia (3 de septiembre) y Ecuador (7 de septiembre). El presidente rojiblanco, Fernando García Macua, acogió con agrado las palabras del defensa e incluso dejó entrever que la renuncia podría ser de carácter definitivo, aunque Amorebieta escribió después en su cuenta de Twitter que «no es un rechazo del todo» y pidió «disculpas» a los venezolanos.

Amorebieta levantó la liebre hace unas semanas y acabó disparándose en el pie. En el bueno, el izquierdo. Abrió las puertas a su país natal de par en par -«me ilusiona jugar con Venezuela y tengo muchas ganas de ayudar a la selección a clasificarse para el próximo Mundial»- y luego la cerró desde la sombra. Macua aseguró ayer que el jugador trasladó al club su «deseo de que se dirija a la Federación española» para indicarle que descarta responder a la llamada del seleccionador Farías. Una decisión que se ha ido cociendo durante los últimos días y que ha cristalizado en una renuncia que contrasta con el entusiasmo inicial del defensa rojiblanco.

Porque al principio no había dudas, la claridad presidía los movimientos de Amorebieta, pero su personalidad ha ido menguando con el tiempo. El Athletic mostró su malestar desde el primer momento y se lo hizo saber al futbolista, uno de los 'estratégicos' y pieza fundamental en el engranaje de Caparrós, empecinado en jugar con la 'vinotinto'. Estaba en su derecho. «Nadie me puede obligar a hacer lo que no quiero», manifestó a un medio de comunicación venezolano. Las presiones y 'campañas de información', vino a decir, le importaban bastante poco. Y entonces su actitud cambió. Desconectó el teléfono y conectó el buzón de voz; dejó de atender a los periodistas de su país natal -antes las conversaciones «eran casi diarias», según revela uno de los informadores del diario 'El Nacional' -; y ni siquiera respondía a los mensajes de la Federación. Apareció en la convocatoria de Farías, que decidió forzar la máquina y apretar al jugador, y continuaba sumido en el silencio. Hasta ayer. Venezuela ya tiene la respuesta, aunque no haya escuchado la voz del central.

Satisfacción en el club

En Ibaigane, por su parte, soplan vientos de satisfacción. Macua aseguró que «creo que es lo mejor para Fernando (Amorebieta)». Precisó que los trámites con la Federación española «se están cumplimentando», en referencia al anuncio hecho por el jugador, y adelantó que la decisión del defensa trasciende de los dos amistosos y que la renuncia «va en la línea» de convertirse en definitiva. «Cuando a los jugadores se les plantean cuestiones de cualquier naturaleza, el Athletic les aconseja, les ampara y les hace ver las cosas», dijo el presidente en alusión a la labor mediadora del club.

Unas horas antes, Joaquín Caparrós también expresó su satisfacción por lo ocurrido. Calificó el anuncio de Amorebieta de «positivo» y subrayó que el central está «tranquilísimo» y centrado en el partido de esta tarde ante el Hércules. «Ha tomado la decisión con madurez y no hay que darle más vueltas». Y el jugador, mientras tanto, sólo seguía dando señales de vida a través de su cuenta en Twitter. «Mucha gente juzga sin conocer las verdaderas razones», escribió. Reconoció que está «pensando en muchas cosas» y aclaró que «si no he hablado públicamente, yo sabré por qué».