Los jugadores, sin acuerdo con la Federación, recuperarán el partido de la tricolor el 28 de diciembre

Sin acuerdo entre las partes, pero con el objetivo cumplido. El colectivo de jugadores de Euskal Herria anunció ayer, mediante un comunicado reproducido en esta página, que está dispuesto a jugar el partido que la selección vasca disputaba en las fechas navideñas y dejaron en manos de la Federación Vasca de Fútbol (FVF) la organización del mismo. No tardó en reaccionar el ente que preside Santiago Arostegi, quien confirmó que "el encuentro se jugará el próximo 28 de diciembre" contra un rival y en un campo por determinar, aunque todo apunta a que sea de nuevo San Mamés.

Se cierra así un paréntesis de tres años desde que la entonces denominada Euskal Herriko Selekzioa mantuviera su último encuentro frente a Catalunya, disputado en San Mamés ante más de 40.000 espectadores. Aquel cambio de denominación, solicitado por los propios jugadores en sustitución del de Euskadi que se había mantenido desde 1937, provocó una seria crisis en la FVF, presidida entonces por Iñaki Dobaran, cuando en 2008 pretendió recuperar el nombre original. La negativa de los jugadores a entrar en la convocatoria de aquel combinado y la salida, meses después, del equipo directivo que encabezaba Dobaran fueron las consecuencias.

Con la elección de Santiago Arostegi como nuevo presidente de la FVF, en febrero de 2009, la situación no cambió. Los jugadores seguían pidiendo al ente federativo que diera los pasos necesarios para lograr la oficialidad sin obtener ningún tipo de respuesta. La consecuencia lógica fue que el año pasado tampoco hubo partido de la selección vasca. Este año ambas partes comenzaron antes de verano las negociaciones para intentar recuperar el partido. Los jugadores exigían una serie de condiciones, expuestas en la siguiente página, para volver a vestirse de corto. El último acuerdo a que llegaron ambas partes incluía que el combinado se denominase Euskal Selekzioa, que pudieran ser convocados jugadores de los siete territorios históricos y que los jugadores saltaran al campo con una pancarta en la que se reclame la oficialidad. Pero el punto más importante que reclamaban los jugadores -que la FVF diera los pasos pertinentes para reclamar la oficialidad- seguía brillando por su ausencia.

Valoraciones encontradas Pese a ello, los jugadores, según expresó el realista Ion Ansotegi, "hemos decidido jugador el encuentro" porque "entendemos que con el bloqueo no hemos conseguido nada de la Federación". El de Berriatua, que aclaró que "los objetivos que tenemos no son los mismos", reconoció que "ahora es importante jugar para que la gente se ilusione". El txuri-urdin acusó a la FVF de querer organizar el partido para "sacar mucho dinero y cuadrar el año, mientras que el nuestro no es ése, ni nunca lo ha sido. Dos objetivos diferentes no pueden tener el mismo camino", aunque reconoció que "para lograrlo tenemos que jugar encuentros y los de la Federación son los que organizan, por lo que tenemos que recurrir a ellos", informa Mikel Rekalde.

La valoración que realizó Santiago Arostegi fue bastante más sucinta y positiva. "Estamos muy satisfechos de poder recuperar el partido de la selección", resumió el presidente de la FVF. "Era nuestro objetivo prioritario y ya nos hemos puestos las pilas para empezar a trabajar y conseguir un adversario digno", afirmó el máximo dirigente del fútbol vasco que se remitió a una futura rueda de prensa para dar más detalles del encuentro "porque todavía es muy prematuro" hablar en detalle del partido.

En el vestuario del Athletic, Pablo Orbaiz reconoció que recuperar el partido de la selección "me parece una buena noticia. Esperamos que vuelva a ser una fiesta para todos". El navarro aseguró que "nuestro vestuario está contento", porque "todos los que hemos jugado este partido sabemos que es un día muy bonito, especial y en el que se forma muy buen ambiente". El de Iruñea opinó que jugar "es beneficioso para todos", pero confesó ignorar "si esta decisión sirve para más años", informa Aner Gondra.

Ahora comienza la cuenta atrás hasta el próximo día 28 de diciembre. Tres años después, Euskadi volverá a disfrutar con la fiesta de su fútbol. Y, ojalá, como piden los jugadores, sea el primer paso hacia la oficialidad.