Iker Muniain y Griezman,las joyas del derbi

La ilusión y el futuro llevan sus nombres. Athletic y Real Sociedad han coincidido en el espacio y el tiempo a la hora de reforzar sus respectivos ataques con sus mejores talentos, dos futbolistas jóvenes salidos de las categorías inferiores que pese a su edad ya se les puede considerar más una realidad que promesas. Iker Muniain, 17 años, y Antoine Griezmann, 19, son dos nombres propios para el derbi del domingo, las dos joyas en las que Lezama y Zubieta se miran para orgullecerse de un trabajo bien hecho. Nacidos en Pamplona y Macon (Francia), ambos llegaron a sus respectivos clubes en categoría infantil. Cinco años después, son causa de ilusión para los aficionados de ambos equipos.

Sus casos son dos buenos ejemplos de captación de futuras joyas para las categorías inferiores de los dos clubes. En el caso de Muniain, el navarro se formó en el Chantrea, equipo convenido del Athletic. Los que le vieron en club de Pamplona se quedaron asombrados con el talento de aquel chaval nacido en la capital navarra en 1992. Tanta era su calidad que los responsables de Lezama decidieron incorporarle a la infraestructura del Athletic. Así Muniain empezó a subir los escalones de las categorías inferiores, mientras acumulaba internacionalidades en las mismas.

Pero lo mejor estaba por llegar. En verano de 2006, Joaquín Caparrós instauró las jornadas de tecnificación con las jóvenes promesas de Lezama, y Muniain pasó por allí. Tanto le gustó que le llamó para la pretemporada en Covaleda, con tan solo 14 años. Aunque no fue a Holanda aquel verano, su camino hacia la primera plantilla estaba asfaltado. El entrenador rojiblanco le fue dando minutos en partidos amistosos, y al siguiente verano, con 15, le llevó a la pretemporada de Isla Canela, a la vez que ya daba el salto al Bilbao Athletic.

Su debut en el primer equipo era cuestión de tiempo. Llegó en el verano pasado. Concretamente el 30 de julio de 2009, frente al Young Boys, en San Mamés. Aquel partido clasificatorio para le Europa League se saldó con derrota (0-1), pero Muniain quería dejar su sello, y lo hizo a la semana siguiente en Berna, cuando dio el pase a la siguiente ronda al marcar el segundo tanto (1-2). Desde entonces, el navarro no ha cesado de ofrecer muestras de su desbordante calidad, velocidad y desparpajo. Capaz de enfrentarse a cualquier defensa a sus 17 años, Muniain ya acumula 47 partidos a sus espaldas, en los que ha marcado seis goles.

Su alter ego en San Sebastián tiene dos años y 8 encuentros más disputados, aunque eso sí, en Primera sólo lleva 13. Pero Antoine Griezmann no ha necesitado más para llamar la atención esta temporada. El francés de Macon protagonizó frente al Sporting una de las jugadas de la última jornada, con un regate en la línea de fondo que puso en evidencia al defensor y con una asistencia que permitió a Zurutuza poner por delante a la Real.

«Demasiado pequeño»

Fue el último detalle de clase de Griezmann, un futbolista que recaló en el club donostiarra gracias a un ojeador, Eric Olhats, que le vio en un torneo en París. Era una de las muchas pruebas que había realizado con clubes franceses, y en las que obtuvo siempre la misma respuesta: «Es demasiado pequeño». Su estructura física frenaba a los equipos galos, algo que Olhats aprovechó para hacer una oferta a los padres del jugador.

Tras pensárselo, accedieron a que el jugador se fuera a vivir a Baiona, a casa del ojeador donostiarra. Desde los 13 hasta los 18 años Antoine Griezmann pasó por todas las categorías inferiores del club: Cadete Txiki, Cadete, Easo y Real Juvenil. Aunque su progresión era buena y el jugador iba quemando etapas en su formación, nada presagiaba su rápida irrupción en el fútbol profesional.

De cara a la temporada 2009-10 el jugador francés iba a jugar en el filial, pero las lesiones de varios futbolistas en la zona izquierda del ataque llevaron al recién llegado Martín Lasarte a contar con él de cara a los primeros amistosos del equipo por Guipúzcoa. Lo que nadie esperaba es que Griezmann comenzara a acumular goles, de tal manera que finalizó como máximo goleador de la Real en aquella etapa preparatoria.

Ello le sirvió para quedarse en la primera plantilla, siendo una de las claves en el ascenso de la Real. El galo acumuló hasta 39 partidos, en los que marcó seis goles, siendo el segundo goleador del equipo, tras Carlos Bueno. Ahora, con 19 años, Griezmann sigue creciendo. Ha marcado tres goles en Primera, ya es internacional sub'21 y los grandes comienzan a fijarse en él. Dicen que Manchester United y Liverpool le siguen con atención, pero de momento, se ha apresurado a calmar a una afición que le idolatra diciendo que «de la Real no me muevo».