Entrevista:Fernando Garcia Macua

Olvidado el bienio negro, recuperada la paz social, el Athletic vive en un mar en calma, solo alterado por las borrascas en forma de proposiciones multimillonarias de clubes por Fernando Llorente y sus compañeros. Fernando García Macua (Bilbao, 18-VII-1963) se enerva cuando le tocan en ese tema. Por lo demás mantiene la calma y la esperanza en que el Athletic juegue la próxima temporada en Europa.

¿Vive su mejor momento como presidente del Athletic?

Yo trato de llevar con naturalidad las buenas y las malas situaciones porque así es la vida. La vida es una concatenación de cosas buenas y malas en todos los ámbitos, también en la gestión del club, y por tanto vivo con total tranquilidad este momento, como he vivido otros momentos que desde fuera parecían más difíciles. Y no lo digo con suficiencia, ni con autocomplacencia, sino porque es mi forma de encarar la realidad. Tanto en los buenos como en los malos momentos trato de relativizar porque la vida es complicada y sé que nada es gratis y que todo tiene un coste.

Pero el momento deportivo y social del club indica que la situación es buena.

Sí, pero relativizando y sabiendo que las cosas no pasan porque sí. Todo es fruto del trabajo de mucha gente. Sé que es difícil llegar a un punto de estabilidad y es muy fácil perderlo. Siempre he defendido que desde la Junta Directiva nuestra función es tratar de ordenar un poco las cosas y no estropearlas cuando van bien.

¿Dónde ve al equipo al final de la temporada?

Al equipo le veo muy convencido de que este año puede alcanzar el puesto europeo, que es el objetivo que nos fijamos. Confío mucho en los profesionales de este equipo, tanto a nivel técnico como de jugadores. Creo que es un grupo muy comprometido, trabajador, constante y coherente, por lo que desde el club hay una confianza absoluta en las capacidades que hay y en el trabajo que se está haciendo.

Desde fuera da la sensación de que los jugadores se lo han creído y están dando lo mejor de sí mismos.

Soy de los que piensan que la suerte influye, pero que cuanto más se entrena y cuanto más se trabaja más suerte se tiene. Este equipo es discípulo de esa máxima.

Acaba de cerrar el segundo fichaje más caro en la historia del Athletic. ¿Era Ander Herrera un objetivo prioritario?

Todos los informes que tenemos de él, tanto de los técnicos de la casa como de los de fuera, son favorables a su incorporación. El Athletic tiene momentos en su historia en los que tiene que hacer apuestas. Y nosotros ahora estamos convencidos de que esta apuesta va a salir bien, porque es un grandísimo jugador, similar a los del perfil que tenemos en el primer equipo y que, además, complementa muy bien lo que tenemos. Ander es un jugador nacido en Bilbao que, por circunstancias familiares, desarrolla su carrera futbolística en las categorías inferiores del Zaragoza, que tiene unas aptitudes extraordinarias y que estamos prácticamente obligados a incorporarlo a nuestro proyecto. Otros clubes tratan de ficharlo, por lo que el Athletic se ve obligado a hacer un movimiento decisivo y fulminante para su incorporación.

¿Pudo ser fichado antes y a un precio menor?

Se le pudo haber fichado sobre unos planteamientos distintos a los actuales. Ahora ha sido en base a un acuerdo con el club de origen, mientras que en su momento era una operación distinta, en la que tuvimos duda sobre la interpretación de su cláusula de rescisión. Con los antecedentes que teníamos en ese aspecto, no estábamos en condiciones de asumir esa decisión.

¿Cómo es posible realizar esta operación en tiempos de crisis?

Porque el Athletic, como me decía un entrañable y veterano socio que ejerció labores de responsabilidad en el club, ha hecho como el aldeano que ha ahuchado en los tiempos buenos, para en los malos comprarle los terrenos al vecino. Hemos hecho un esfuerzo importante en los últimos años, en los que hemos pedido al socio su implicación, cambiando la política del club, buscando nuevos patrocinios para la camiseta o con la nueva marca de ropa, lo que nos ha permitido obtener nuevas fuentes de ingresos. Además, hemos sido prudentes y conservadores en la política de gastos lo que nos ha dado una disponibilidad económica que muy pocos clubes de la Liga pueden disfrutar. Por eso hemos acometido esta operación con un planteamiento, no agresivo, pero sí ambicioso, pagando ahora una cantidad importante, pero dejando nuestras cuentas en tesorería sobradas para hacer frente a los pagos de próximos meses, y luego aplazar parte del gasto sobre la garantía que da el Athletic que paga todos sus compromisos.

Ese planteamiento ambicioso que dice que ha tenido el Athletic en el fichaje de Herrera, ¿significa que ha sido una operación costosa?

No. En el mundo del fútbol en este momento se basa en el aplazamiento de pagos. El Athletic puede acometer esta operación como lo ha hecho: pagando ahora una cantidad importante al contado, y aplazando otra con la garantía de ser un deudor solvente y cumplidor. En eso hemos sido agresivos.

¿Qué papel ejerció Gorka Arrinda en las negociaciones?

Solo el que quiso darle el Zaragoza.

Pero solo actuó con el Athletic, porque dicen que cuando el Zaragoza negoció con el Villarreal, Arrinda no estuvo presente.

No lo sé, porque yo de este tema prácticamente no he hablado con la gente del Villarreal. Desde el Zaragoza se nos dijo que Arrinda iba a ser uno de los interlocutores. Es un agente más de los que operan en el mercado del fútbol, pero hay cierta rumorología que no tiene ningún fundamento. Yo no tengo ni he tenido negocios personales ni con Agapito Iglesias ni con Gorka Arrinda. Lo que sí puedo decir es que el Athletic hace todas sus operaciones con luz y taquígrafos y, por si acaso, hay está luego el auditor para certificar todo lo que hacemos.

Con la plantilla conformada, y con Fernando Llorente y Javi Martínez como pilares del equipo, ¿teme la ofensiva de los grandes para intentar sus fichajes el próximo verano?

Estoy encantado de leer un día que a nuestro delantero centro le quiere un club, a nuestro medio centro, otro; a nuestro central, otro; a nuestro entrenador, otro… Lo que me disgustaría mucho es tener jugadores y técnicos a los que no les quisiera nadie. Mientras tengamos que arreglar situaciones de éstas, aquí estaremos para defender al Athletic. Estamos en un momento en el que la plantilla quiere crecer, es joven, ambiciosa y ganadora, como los técnicos, y tenemos que aprovechar esa ambición.

¿Ha rechazado tres ofertas por Fernando Llorente?

He rechazado la posibilidad de negociar cuando otros clubes han venido a por los jugadores importantes de este equipo.

¿Con ofertas del extranjero también?

No quiero ser demasiado explícito en este aspecto, porque parece que nosotros mismos somos los que cebamos determinados ímpetus. Mientras estemos en la Junta Directiva, los jugadores importantes no serán vendidos. No vamos a negociar nada con nadie. Vamos a exigir el pago íntegro de sus cláusulas, más los impuestos correspondientes, y vamos a seguir en la línea de propiciar el crecimiento deportivo del proyecto que tenemos. No vamos a vender a ningún jugador emblemático de este club. Todo lo contrario. Lo que queremos es reforzar la plantilla y seguir creciendo en todos los ámbitos.

¿Le han expresado Fernando Llorente y Javi Martínez su deseo de seguir en el Athletic?

Los jugadores están todos comprometidos con la camiseta que visten que es la rojiblanca.

¿En verano puede haber más fichajes para consolidar y reforzar la actual plantilla?

A partir de la incorporación de Ander Herrera, los mejores jugadores que pueden estar en el Athletic están ya en el Athletic, porque además son los que quieren estar en el Athletic. Y esos son los mejores para nosotros.

También finaliza contrato Joaquín Caparrós. ¿Han hablado ya de su posible renovación?

Este es un año un poco especial, mediatizado por las elecciones. A día de hoy, en el ámbito de la directiva y de los socios, la satisfacción con el trabajo de Joaquín y de su equipo de trabajo es máxima. Es cierto que lleva cuatro años, pero también es cierto que ha llevado una labor estupenda en la renovación del equipo y en el crecimiento de su capacidad competitiva.