Entrevista:Iker Muniain

Los días entre la final de Bucarest y la de Madrid están pasando demasiado lentos para Iker Muniain. El navarro quiere sentir el cuero, mirarle a Messi, Xavi e Iniesta a los ojos y retarles ante la presencia de una Copa que debe venirse a Bilbao.

¿Contando las horas para la final del viernes?
Llega ya el momento de la final, ya se acerca. Tenemos ganas de jugarla y quitarnos la espina que tenemos clavada de la anterior final. Ojalá que esta vez sí que se decante por nosotros

¿Les ha dado tiempo a pensar en los errores de Bucarest?
Bueno, ha pasado mucho tiempo. Se nos ha hecho eterno. Han sido unos días muy jodidos porque fue un palo muy duro. Pero ya se acerca la final, hemos trabajado como lo hemos hecho durante la temporada, muy fuerte, y ojalá que ese empeño que hemos tenido dé sus resultados.

Estos días ha habido sitio para trabajar diferentes aspectos físicos, tácticos... pero también psicológicos.
Por supuesto. Ahí fuera, en el campo, todos han podido ver la intensidad que el míster nos mete, con la que entrenan todos los jugadores de la plantilla. El equipo ha estado unido en todo momento, siempre hemos estado juntos. Hemos salido de ese bache con normalidad y muy fortalecidos.

¿No llevar el cartel de favoritos les resta presión?
Sí, creo que nos puede quitar algo de responsabilidad. Quizás en la Europa League, la gente inconscientemente nos veía más favoritos. Esta vez no va a ser así. La responsabilidad sigue estando ahí porque tenemos a miles de personas detrás nuestro. Pero bueno, veremos lo que pasa.

En las dos finales os habéis encontrado con dos equipos totalmente diferentes en todos los aspectos.

Sí, son dos equipos totalmente diferentes. Atlético de Madrid y Barcelona practican un fútbol diferente. Quizás el Atlético de Madrid nos planteó un partido más defensivo con salidas al contraataque, como nos hizo en la final. Contra el Barcelona no será así, serán dos equipos que buscarán ganar desde el minuto uno, irán a presionar arriba.

¿Cómo se puede hacer frente a este Barcelona?
Haciendo lo que se dice siempre: con un partido perfecto, no perdonar y defender muy bien.

¿Qué han aprendido de la anterior final?
Son muchas cosas. Después de una experiencia como la que tuvimos en Bucarest son muchas cosas las que hemos tenido que aprender. Yo creo que, sobre todo, hemos aprendido que tenemos que salir mucho más tranquilos a jugar como lo hemos hecho durante toda la temporada. Creo que si empezamos tranquilos todo puede ir a favor.

Será más fácil si le quitan el balón al Barcelona.
Es cierto. El Chelsea le consiguió ganar sin quitarle el balón, defendiendo muchos minutos. Nosotros no vamos a hacer eso en ningún momento, vamos a ir a atacar, a robar los balones, a pelear a muerte cada balón... Ojalá que nos sirva eso para ganar.

¿Qué perciben estos días en el vestuario?
El vestuario está muy unido. Desde que pasó lo de la otra final hemos salido todos juntos de esta. Estamos muy ilusionados, muy motivados y veo al equipo completamente recuperado.

¿Se puede ser optimista?
Sí, por supuesto. Si no somos optimistas ahora no lo seremos nunca. Vamos a ir a por todas y ojalá que consigamos ganar.

¿Qué recuerda de la final de 2009?
Muchas cosas. Fue una pena conseguir adelantarnos en el marcador y que luego perdiésemos ese partido. Nos tocó un gran Barcelona, un equipo que estaba en un gran nivel, al que nos tienen acostumbrados, y no pudo ser.

¿Dedicaría a alguien el título?
Primero lo intentaremos ganar y luego ya veremos las dedicatorias y las promesas.

¿Se permiten soñar con ser campeones?
Intentamos no hablar de eso. Bastante se habló antes de la otra final. No queremos hablar de eso. Tenemos los cinco sentidos puestos en el partido y solo pensamos en esos 90 minutos.

¿Cómo se vive estos días con los amigos y familia?
Ha sido muy importante el entorno de cada uno. Después de la derrota en Bucarest tener cerca a tu gente apoyándote fue importante porque lo pasamos fatal. Ya estamos recuperados. Ahora hay que ver lo que pasa.

¿Le exigen que ahora gane esta final?
No... le entienden a uno muy bien. Te apoyan mucho, que es lo que hay que hacer para estar unidos.