Se acercan posturas para los partidos de la Euskal Selekzioa en navidad

Federación y jugadores acercan posturas para recuperar el partido de Euskadi en Navidad

Hay acuerdo en el nombre, Euskal Selekzioa, pero no en la exigencia de los futbolistas de dar pasos en favor de la oficialidad


Jugadores y federativos vascos se reunieron en un hotel de Durango el 15 de octubre y concluyeron que deben llevar adelante un esfuerzo colectivo para recuperar el tradicional partido de Navidad de la selección vasca, que no se ha jugado los dos últimos años por la exigencia de los futbolistas de que se disputara bajo el nombre de Euskal Herria y no el de Euskadi, tal y como reclamaba la entidad organizadora, la Federación Vasca de Fútbol (FVF).

A la cumbre acudieron jugadores de tres clubes vascos, Athletic, Real Sociedad y Real Unión. Por parte del club rojiblanco, solo fue uno de sus capitanes, Iraola, según ha podido saber EL CORREO. Ni Orbaiz, ni Gurpegui ni Ocio estuvieron allí. El lateral estuvo acompañado por Gabilondo y Koikili.

Los representantes de los jugadores pusieron sobre la mesa un escrito con sus exigencias para retomar el partido de la selección, que se jugaría el 28 o 29 de noviembre en San Mamés.

Según podido saber este periódico, hay tres asuntos centrales. En dos de ellos hay acuerdo, pero no en el tercero. En primer lugar, el nombre. Los jugadores rechazan el de Euskadi, un asunto que se ha convertido en el caballo de batalla de los últimos años. Los futbolistas se enrocaron en Euskal Herria. La Federación, en Euskadi. Hay un punto de encuentro: jugar con el nombre de Euskal Selekzioa, una denominación que ya fue barajada el pasado año, aunque finalmente no hubo partido.

Luego está la cuestión de la procedencia de los convocados. Los futbolistas reclaman que se cite también a futbolistas navarros y del País vasco-francés. La Federación no pone pegas y asume la propuesta con el argumento de que así se hizo desde que la selección vasca volvió a la actividad a finales de los años setenta. Llamativamente, en la cumbre de Durango no había ningún representante de Osasuna ni de jugadores vasco-franceses.

La gran diferencia se sitúa en la reclamación de los jugadores de que la Federación «dé pasos» de calado para lograr la oficialidad. Los dirigentes admiten que salgan al campo con una pancarta en este sentido y que dicha reivindicación se plantee incluso en los carteles anunciadores del partido. Pero otra cosa, consideran, es enfrentarse por este asunto a la Federación Española y menos por medio de una declaración pública que les colocaría en una incómoda posición.

Santiago Arostegi, presidente de la FVF, es directivo de la Española. Ayer mismo participó en una reunión de la junta en Madrid. También estaba allí Juan Luis Larrea, presidente de la Guipuzcoana, tesorero de la Española y uno de los miembros del núcleo duro de Ángel María Villar. Los dirigentes vascos consideran que enfrentarse al presidente de la FEF por esta cuestión no tiene sentido.

Otra de las exhortaciones de los jugadores fue mantener los contactos en secreto. Son conscientes de que después de dos intentos frustrados, los clubes de fútbol base les responsabilizan a ellos de que no haya partido de la selección vasca. En tiempos de crisis, son ingresos vitales. En su última edición, el evento dejó 150.000 euros de beneficio.

La polémica por la selección vasca ha colocado además a los futbolistas en un lugar que no desean, aparecer marcados como representantes del ala más radical del nacionalismo vasco. Las críticas por su negativa a jugar con Euskadi han sido constantes en los tres partidos más votados, PNV, PSE y PP.

Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Senado, fue el protagonista del último ataque. Después de que Aduriz debutara con la selección española y proclamara que «es algo que no olvidaré», el político publicó un artículo en su blog titulado 'Aduriz eres un impostor'. Le lanzó una carga de profundidad tremenda. «Fue uno de los más activos para que la selección vasca no jugara si no era con el nombre de Euskal Herria. Y no les importó un comino cargarse un partido tradicional de ayuda al fútbol base, una gloriosa historia surgida en plena guerra de agresión a Euzkadi, y un recuerdo de unos hombres que llevaron con la camiseta de la selección vasca por Europa y América el nombre de un pueblo masacrado. Todo eso se lo cargaron estos niños bonitos, tan super abertzales que no les importaba nada hacerlo. Y sin embargo, a la hora de jugar con la selección española, corren como locos y dicen lo que dicen».

Los dirigentes consultados coincidieron ayer en señalar que creen que por fin podrán convertir en realidad su esperanza de que regrese al partido de Euskadi. «No hay decisión final, pero parece que los futbolistas se muestran proclives a jugar», interpretó ayer una fuente federativa a este periódico. Una de las claves de la entente se sitúa en que los jugadores de la Real Sociedad, hasta ahora los más radicales, se muestran más pragmáticos en este momento. El año pasado los futbolistas del Athletic eran partidarios de jugar, pero se negaron a hacerlo porque los donostiarras se negaron a participar.La cumbre de Durango dejó un último trato. Los plazos corren y los directivos deben dar pasos para organizar el partido. En 2008 contrataron a Irán y se vieron sin encuentro y pagando a los asiáticos. Ahora no buscarán rival hasta tener la certeza de que se juega. La Federación Vasca se da un plazo de un mes. Si a mediados de octubre no han llegado a un acuerdo con los futbolistas, por tercer año consecutivo no jugará Euskadi.