Entrevista:Diaz De Cerio

Una asistencia y un gol ante el Racing. Estará satisfecho?

Sí. Sobre todo por cambiar la inercia en la que me había metido. Parecía un agujero que no tenía fin y ahora, por fin, se habla de temas deportivos, que es lo importante.

Ha pasado varias semanas sin entrar en el equipo y ahora que ha tenido una oportunidad se ha lucido. ¿Lo necesitaba?

Sí. Voy a ser claro porque al final mentalmente uno aguanta muchas cosas y yo creo que tengo bastante ilusión y soy muy positivo, pero te vas minando poco a poco. Necesitaba un golpe de efecto para coger confianza y me ha venido muy bien.

¿Qué le pasa por la cabeza cuando va a un equipo de Segunda y ve que no juega minutos?

Al final te pasan por la cabeza muchas cosas, sobre todo al venir cedido. Te preguntas si ya no vales, muchas cosas que te pasan por la cabeza pero que tampoco hay que darle mucha importancia, porque lo que hay que hacer es estar preparado para cuando te toque jugar 90 minutos y volver a demostrar tu valía.

¿Cree que ha acertado con la decisión de ir cedido a Córdoba o se ha arrepentido?

Arrepentirse es una palabra que no existe en mi vocabulario, porque cuando uno toma decisiones lo hace pensando que es lo mejor y hay que ser consecuente y mirar para adelante. Sería muy ventajista decir que si me hubiese ido a otro lado, sería diferente. Estoy muy contento con el equipo, con la ciudad y con la situación que se presenta ahora, mucho mejor.

¿Cómo se ha adaptado a Córdoba y al equipo?

Bien. He tenido la ayuda de Gerardo, que fue compañero mío en la Real Sociedad, y ha sido todo mucho más fácil. También está otro chico, Beobide, que también estuvo conmigo en el filial, y me ha ayudado mucho. En el equipo hay gente muy normal y la ciudad es pequeña y acogedora. No ha habido problemas en ese aspecto.

Es una ciudad y un entorno muy diferente al de Bilbao o Donostia?

Sí. Aquí, lo primero es que hay otro ritmo de vida. La gente se lo toma todo con mucha tranquilidad. Es otra cultura, pero es una de esas experiencias que suman, de las que aprendes, y que enriquecen a las personas.

Está luchando por convencer a Lucas Alcaraz. ¿Qué le pide para que se gane más minutos de juego?

No me dice sólo a mí. Hay cosas que pide a todos los delanteros, no a alguien en concreto. Nos pide trabajo y más trabajo, ayuda para el equipo y dar goles o facilidades al equipo en la salida de balón. La gente que ha estado jugando lo ha hecho bien, o él considera que ha dado más de lo que yo puedo dar. Lo único que hace falta es que cuando tenga una oportunidad para cambiar eso lo haga. Por lo menos ya voy entrando en las convocatorias y voy teniendo minutos.

¿Nota algún aspecto a mejorar o se ha puesto alguna meta?

No. En lo que he mejorado muchos estos dos años es el aspecto mental. Me he vuelto mucho más fuerte y después de cuatros semanas sin jugar he seguido entrenando bien, porque me he dado cuenta de que la única manera de jugar los 90 minutos cuando llegasen era estar preparado. Lo demás se trata de coger en los entrenamientos esa chispita, que es lo más difícil. Es mejor hacerlo en competición, pero hay que estar lo más cerca posible de ese punto óptimo.

¿En qué se diferencian Lucas Alcaraz y Joaquín Caparrós?

No hay muchas diferencias. Sus estilos de juego son muy similares. Son entrenadores que son de presionar y apretar mucho. Nos exige a los delanteros que seamos los primeros en apretar y dificultar el trabajo a los rivales. Después, el estilo es muy similar, con caídas a banda. No tenemos a un Fernando Llorente aquí que nos facilite las cosas, pero son parecidos en pensamiento y en forma de jugar.

¿Tiene algún tipo de reproche hacia Caparrós?

No, ni mucho menos. Ni con Lucas he tenido ningún problema. Hay que mirarse a uno mismo y yo creo que el año pasado la gente que jugó en el Athletic justificó todas las semanas su titularidad. Entrar era complicado porque los chavales también apretaban. Por eso he venido aquí, a intentar jugar y poder volver allí a dar guerra.

Cuando se hizo pública su cesión se habló de la posibilidad de regresar en invierno, como hizo Toquero en el Eibar. ¿Sigue esa idea en su cabeza?

Veremos. En su momento se puso esa cláusula por si jugaba y lo hacía bien, poder volver a Bilbao a sumar. Pero también se puede dar lo contrario, que tenga que volver porque aquí no estoy convocado. Pero en principio parece que la situación está mejorando y, si tengo minutos y en Bilbao lo consideran oportuno, habrá que hablarlo. Pero la idea es la de, si estoy jugando, intentar coger aquí todos los minutos que pueda de juego siempre que no me necesite el Athletic.

¿Le costó tomar la decisión? ¿Qué sintió cuando el Athletic le invitó a salir?

Fui yo el que fue a hablar con Joaquín. Para mí otro año sin jugar suponía mucho tiempo y la verdad es que creo que fue lo mejor para todos, aunque no ha salido como pensábamos. Pero queda mucha temporada. En la vida hay que tomar decisiones y creo que ésta la tomamos porque era la mejor para todos. No fue ningún palo, ni mucho menos.

¿Cómo ve desde la distancia el arranque de la temporada del Athletic? ¿Cómo la valora?

Creo que el equipo está bien. Se mantiene el estilo y la línea del año pasado, porque el equipo es prácticamente el mismo. Vi el partido del Alcorcón y creo que las señas de identidad del equipo son muy claras y lo van a seguir siendo los próximos años, porque el equipo lo transmite. Ha tenido partidos complicados, con rivales muy duros. En casa se ha demostrado que somos fuertes y fuera un equipo muy pesado. Seguro que también sacamos muchos puntos.

Las primeras semanas de Liga han traído el boom de Fernando Llorente. ¿Trabajando con él se esperaba que fuese el delantero de referencia que es ahora?

El año pasado ya lo demostró y hace dos. Somos de la misma quinta y he jugado muchos años contra él y ya se veía que ahí había un gran jugador. Ahora ha metido unos goles con la selección española, que es lo que le ha dado el último empujón. En el equipo no teníamos ninguna duda de que teníamos uno de los mejores delanteros de la Liga y de Europa. Lo que ha hecho es confirmarlo con el trabajo. También ha sufrido mucho durante años y ahora ha tenido su premio.

Caparrós está dando oportunidades a un jugador como Igor Martínez. ¿Encarece eso más el ganarse un hueco como delantero en el Athletic?

Es que jugar en el Athletic no es nada fácil. No deja de ser Primera División y si me está costando jugar en Segunda... El fútbol profesional está muy difícil en todos lados. Tanto Igor como Ibai, cuando han jugado, lo han hecho bien y eso lógicamente encarece todo. Sabemos que en Primera División, para ganarse el puesto, hay que trabajar mucho y también para entrar en la convocatoria. Eso hace que haya que apretar todavía más.

¿Sigue creyendo en que puede ser un futbolista importante en el Athletic?

Si yo pierdo la esperanza, mal estamos. No dejo de tener 26 años, que para todo lo que he vivido, creo que todavía soy un futbolista joven. Lógicamente soy el primero que cree en eso y estoy seguro de que todavía tengo muchas cosas que hacer allí. Luego el tiempo dirá, pero yo la convicción no la pierdo.